El dirigente del radicalismo de Avellaneda Juan Manuel Casella se refirió al debate interno que provocó el posicionamiento en torno a la denominada ley bases y lamentó que "hay un grupo de dirigentes" en el partido centenario que "tiene un exceso de respeto por el resultado de la elección" y no cumplen con "su rol opositor". 

"La función del radicalismo es ser oposición porque ahí nos colocó el voto popular. No interpreto la función opositora como obstrucción, sino como control y propuesta. No debemos desear el fracaso del Gobierno, ya que el precio lo paga la gente", aclaró en comunicación con Política del Sur. 

Por otra parte, cuestionó al bloque legislativo ya que aceptó colaborar con la conformación del proyecto. "No me gusta que el Gobierno haya tercerizado en el radicalismo el proyecto de reforma laboral. La UCR debería haber presentado su proyecto y llevarlo a la cámara para debatir en conjunto", señaló. 

En esa línea, deslizó que el Gobierno podría "transferir responsabilidad", en tanto explicó que la UCR debe "señalar errores y realizar propuestas". "La mayor parte de los radicales queremos que el partido funcione como una oposición seria", enfatizó.

Reclamo universitario

Casella, por otra parte, defendió el reclamo ante el desfinanciamiento de las universidades nacionales, ya que destacó que "la Universidad de Buenos Aires y otras del resto del país, como La Plata o Rosario, son universidades distinguidas en el ámbito internacional".

Si bien afirmó que "el campo de la formación inicial, especialmente del secundario, hace falta un fuerte proceso de reconstrucción del sistema", aseguró que es "un profundo defensor de la educación pública". 

"El hecho de desfinanciar la educación universitaria, que tiene un presupuesto que aguanta hasta junio y no más adelante, es de tal gravedad que debe ser una de las críticas sustanciales a este Gobierno. Porque de esa manera está disminuyendo la posibilidad de formación de la comunidad argentina", precisó. 

Al mismo tiempo, se expresó "preocupado" por el papel de los medios ya que consideró que "alientan el arancelamiento de la educación pública".

"El movimiento estudiantil es un factor determinante de la formación de la opinión pública. La movilización en sí misma es un hecho político importante", recalcó Casella, quien también evaluó que "debe ser un reclamo de la clase media y trabajadora".