miércoles 01 de mayo de 2024 - Edición Nº1974

Provincia | 19 abr 2024

Jugada política

La Mesa de Ensenada se reconfigura en una multisectorial que busca dotar de músculo político a una eventual aventura presidencialista de Kicillof

Los alcaldes ligados al incipiente kicillofismo buscan aglutinar a movimientos sociales, sindicatos e intendentes del interior bonaerense. Desde la gobernación bonaerense se despegan de la movida y la juzgan como prematura.


Por: Federico Cedarri

Un tema de conversación recurrente en el ámbito del peronismo bonaerense tiene que ver con la necesidad que plantean algunos actores partidarios de acudir a la conformación de una estructura que dote al gobernador Axel Kicillof de un soporte político para solventar sus aspiraciones con miras al 2027.

El mandatario bonaerense está obligado por las circunstancias a convertirse en un claro antagonista del presidente Javier Milei que por otro lado también lo ha subido al ring para seguir construyendo poder a partir de la polarización.

Más allá de las conjeturas que se desperezan en el escenario político, Kicillof intenta por el momento sustraerse de todo este entramado de rosca y concentrarse en una gestión que esta cuesta arriba debido al brusco recorte que efectuó Milei sobre los fondos que recibía por fuera de la coparticipación el gobierno provincial.

La hoy llamada Mesa de Ensenada que apoyó con énfasis la reelección de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires se está reseteando y aspira a englobar más actores sociales para la conformación de una nueva organización multisectorial que no esté monopolizada solamente por alcaldes del conurbano.

Es por ello que los más entusiastas como el jefe comunal de Avellaneda, Jorge Ferraresi, bucean a distintos referentes del peronismo cuya principal peculiaridad es el enfrentamiento con el titular partidario Máximo Kirchner.

El avellanadense busca reclutar al díscolo Fernando Gray y también selló contactos con miembros del albertismo residual como los ex titulares de la cartera de Desarrollo Social de Fernández, Juanchi Zabaleta y Victoria Tolosa Paz.

Comienzan a crecer las chances de sumar a este incipiente armado al intendente de Almirante Brown, Mariano Cascallares, que tiene buena sintonía con Kicillof que de hecho lo pretendía en el máximo sillón de la Cámara de Diputados provincial. También se han tendido puentes con el pilarense Federico Achaval.

En rigor, la intención es anexar además a alcaldes del interior bonaerense que apoyaron con entusiasmo la candidatura de Axel Kicillof en 2023 y que por el momento observan con cautela estos movimientos en torno a la figura del Gobernador: “Creemos que no es momento para este tipo de construcciones cuando la gente la está pasando mal y Axel fue explícito, hay que concentrarse en la gestión”, suelta ante PDS un legislador provincial cercano a los intendentes de tierra adentro.

Más allá de los conciliábulos políticos que se despliegan en torno a esta construcción, desde la gobernación bonaerense apuntan a bajar el perfil y sugieren que por el momento son acciones autónomas de distintos dirigentes del conurbano bonaerense: “Está todo en estado embrionario”, sentencian.

Intendentes de confianza más mesa chica

Hoy la estructura política que está comenzado a armarse en torno a una eventual postulación presidencial de Axel Kicillof la componen los integrantes de la casi caduca Mesa de Ensenada y el círculo íntimo del Gobernador.

Allí confluyen los alcaldes de Berazategui Juan José Mussi, el matancero Fernando Espinoza, el ensenadense Mario Secco como también la jefa de los senadores provinciales de Unión por la Patria Teresa García.

Hay otros intendentes del populoso conurbano en un segundo escalón de influencia como Mario Ishii de José C Paz, enfrentado con La Cámpora, y Andrés Waltson de Florencio Varela.

Kicillof  se recuesta preferentemente en su mesa chica, que se ha ido ampliando en el último tiempo con las incorporaciones rutilantes del ex camporista y ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés “Cuervo” Larroque, y el ministro de Obras y Servicios Públicos, Gabriel Katopodis.

El principal protagonismo radica en los incondicionales del Gobernador: su ministro de Gobierno, Carlos Bianco, y la jefa de asesores de la gestión bonaerense Cristina Alvarez Rodríguez.

El mandatario provincial concentra además un apoyo sólido de los movimientos sociales como el Evita y Barrios de Pie que derivó en el desembarco de referentes de aquellos espacios en la cartera que maneja Larroque.

Cuenta Kicillof con el sostén en la provincia de los dos principales gremios estatales, tanto ATE que engloba a los maestros de SUTEBA como UPCN son soldados leales al mandatario.

Los sindicatos son piezas fundamentales en el esquema de poder del Gobernador, le han dispensado un guiño de compresión por la compleja situación financiera que transita la provincia y evitarán por el momento pedidos exagerados de aumentos de salario: como contrapartida se llevaron la promesa de Kicillof de que la prioridad en territorio bonaerense será el pago de salarios y aguinaldo.

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