lunes 29 de abril de 2024 - Edición Nº1972

Nación | 14 abr 2024

OPINIÓN

Novielli: “Por el momento, para los ojos del mundo, seguimos a contramano”

El escritor lomense analiza las dificultades que atraviesan distintos sectores productivos del país.


Tras las turbulencias de los últimos años, nuestro país va en contramano de la región. Desde el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), consideran que las políticas macroeconómicas adoptadas por los distintos gobiernos de América Latina y el Caribe después de la pandemia de Covid-19 se llevaron a cabo "correctamente". Esto permitirá que se consolide el crecimiento económico en este 2024 en Latinoamérica. Es curioso que dentro de este esquema de crecimiento que se avizora para la región, nuestro país "NO LO VE", volviéndose una excepción, con un escenario donde la recesión se consolida en todos los rubros de la economía.

En un informe macroeconómico de dicho organismo, la región creció un 2,1% en 2023. Esta cifra superó las estimaciones iniciales del 1%. Para este año se espera una desaceleración, estimando un crecimiento regional de 1,6%, mientras que en 2025 repuntaría a un 2%.

El documento presentado ante los ministros de Economía y presidentes de bancos centrales en la Reunión Anual de la Asamblea de Gobernadores que organizó el organismo multilateral de crédito. Del encuentro también estaba presente el ministro de Economía, Luis Caputo. Si bien el informe no detalla país por país, se espera que este año el nuestro vaya en sentido contrario. En este mismo sentido, el Fondo Monetario Internacional (FMI) da una expectativa en el mismo sentido y pronostica una recesión del 2,8%.

En cuanto al hombre de a pie, siente el impacto en la caída en el consumo. Ante su realidad cotidiana, un combo de devaluación y el ajuste de tarifas, sumado a la liberación de precios de la economía, llevando a que los "salarios alcancen los niveles más bajos" desde 2005.

Para aquellos que se fundamentan en los números, se empezaron a conocer las primeras cifras de esta nueva-vieja crisis. "La construcción se desplomó un 21,7% interanual en enero, mientras que la producción industrial se contrajo un 12,4%, según el Indec. En tanto, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) publicó que las ventas minoristas pyme cayeron un 25,5%. Estos índices no deberían sorprender, pues desde hacía tiempo se advertía que el país atravesaría un período de estanflación, lo que no se mencionaría es que sería mayor que la registrada en los últimos años. Mientras, por declaraciones del actual ministro de Economía, la clase media se enteró de que está en guerra con las prepagas, con armas y herramientas provistas por el mismo, en cuanto a los tiempos políticos de egos y vanidades, con la mirada puesta en el tan mencionado pacto del 25 de mayo, el desafío es que este pacto se convierta en un ancla inflacionaria de cara a los próximos meses. Pues hasta el momento, ninguna de las medidas aplicadas por la actual administración fueron favorables para el sector productivo, los únicos favorecidos son los sectores financieros y tan mentados "fondos buitres".

La mirada internacional sobre nuestro país está puesta en la estabilidad macroeconómica, y en generar más actividad económica y bajar las tasas de inflación. Esperando de este modo que se permita llegar a la tan anhelada lluvia de inversiones que hasta el momento brilla por su ausencia. Eric Parrado, economista jefe y gerente general del Departamento de Investigación del BID, mencionó en su reciente visita a Buenos Aires que interactuó con las autoridades económicas y también con analistas, y concluye que hay un gran esfuerzo para estabilizar la economía argentina. Ya se está viendo cierto impacto y esperamos que al final del año haya unas tasas de inflación más bajas, gracias a la consolidación fiscal. En ese sentido, un punto importante es la alta coordinación entre el Ministerio de Economía y el Banco Central (el mismo del que se pensó en cerrar), lo vemos muy positivo. El menor crecimiento mundial deja al resto de los países de América Latina y el Caribe con buenas expectativas de crecimiento para este año, oportunidad que nuestro país lamentablemente dejará pasar. Por su parte, el Banco Interamericano de Desarrollo mencionó algunas políticas que podrían adaptar los distintos gobiernos para impulsar la productividad. Entre ellas, se recomendó a los ministros de Economía mejorar el acceso a la educación de calidad (medida que en nuestro país va en contramano a las declaraciones del diputado Bertie Benegas Lynch), fomentar la economía formal y el crecimiento de las PyMEs (en nuestro país, el futuro de muchas PyMEs es MUY INCERTO), facilitar el acceso a los mercados mundiales a todas las compañías, aprovechar la reorganización y los cambios en las cadenas de valor a nivel global para atraer flujos de Inversión Extranjera Directa y promover un mercado crediticio más competitivo. Los países crecen por tres motivos: más inversión, más empleo y personas trabajando, y por productividad. (NOS ENCONTRAMOS EN FALTA EN TODOS LOS ÍTEMS).

En conclusión, no podemos permitirnos perder una nueva oportunidad de crecimiento, traccionado por los vientos favorables en la región. Es el tiempo de saltar a otro nivel de desarrollo, pero para eso hay que pensar en reformas sostenidas en el tiempo que aumenten el empleo y la productividad. Mejorando la educación, el capital humano, la calidad y cantidad de trabajadores, esperan atraer inversiones. Cuidando y defendiendo a los sostenedores de la creación de empleo como lo son las PyMEs y MicroPymes.

Salir de la encerrona de bajo crecimiento, elevados índices de deuda/PBI, buscando un rápido cierre de las brechas fiscales en aras de la sostenibilidad como complemento de la política monetaria. Es imperioso tener reglas fiscales claras y eficaces, decisiones tributarias estratégicas y un gasto público eficiente.

Pero por el momento, para los ojos del mundo, seguimos a CONTRAMANO.

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